domingo, 20 de junio de 2010

Otros tiempos

"Ah, ¿te acuerdas, Teresa, cielo mío, cuando yo cortaba las flores del jardín prohibido e iba corriendo a dártelas, cuando éramos jóvenes, y aún no sabíamos el precio que habríamos de pagar por este amor tan descarnado?

¿Puedes recordar, de entre todas las muchas cosas que vivimos, la primera vez, cuando éramos jóvenes, que nos besamos, y puedes recordar si pensaste, como yo, que aquella sería la única vez?

Supongo que no te habrás olvidado tampoco de aquel olor que impregnaba nuestra habitación, ese olor tan agradable que quizá nunca vuelva a nuestras vidas..."

"Sí, Francisco, me acuerdo de todo eso. Tenemos dieciocho años, ¿cuándo, en tu opinión, éramos jóvenes?"

4 comentarios:

Maullido de gato dijo...

me lo copio en un documento de word,me ha encantado. :):)

Un boli Vic sin capuchón dijo...

Qué adelantados a su tiempo!

Esquizombi dijo...

Yo soy una momia pues.

No, en serio, cada año deja su peso. Los 30 son para tirarse a la vía, si has estado atento un par de años tan solo...

rafarrojas dijo...

cada año deja su peso... y si no que me lo digan a mí que tengo wsdadf años y afdsñad kilos...

y francisco dice bien, porque uno sólo quiere realmente cuando no existe desarrollo intelectual que manche de consideraciones y razonamientos la pasión pura.... A los 3, quizá, o a los 4, cuando el amor es ansia y no se distingue del hambre...