viernes, 15 de octubre de 2010

Oración a la Diosa de los Hielos

Mis ojos son una cuenca abierta a recibirte. Mis manos son apenas piedras, sin músculos, dispuestos a servirte. Mis piernas son meros palos, dispuestos a celebrarte. Mis ingles están vacías, como exigiste. Mi espalda es sólo una columna dispuesta adornarte. Mi pecho es sólo una caja dispuesta a guardarte. Mi lengua no existe, el silencio eterno es la mejor manera de respetarte. Mi entrega es total, mi entrega es sagrada y estoy dispuesto a adorarte.

Entrégame constancia para servirte. Seré frío como el hielo. Seré fiel en la noche eterna. Mientras los hombres fluyan por la vida, yo dedicaré las aguas de mi vida a regar tus vastos dominios.

Me despojo de mi carne y me despojo de mis sentimientos, estoy puro, estoy muerto, para servirte.

5 comentarios:

Cristina Domínguez dijo...

Toda una muerte para servir.

El principio me recuerda a una canción de la Compañía o.o

Maullido de gato dijo...

Luisito,acabo de escribir una entrada y a continuación he leido ésta...
Coincidimos en algunas cosas,léela.

Me ha gustado,mucho. :)

rafarrojas dijo...

... me he vuelto a leer lo de Fin, pero no pillo en qué se parecen. En el de Greed hay esa segunda persona, y en la tuya estabas sola.
De todas formas, prefiero pensar que ese yo es el Dios del Viento, o incluso Dios del Océano Ártico, Dios no menos grande en ningún caso que la Diosa de los Hielos, a la que complementa. YO TAN GRANDE COMO ÉL/ELLA/QUIENSEA. Si esto fuera reflejo de la realidad os diría que no sois menos que nadie y que serán afortunadas/ados aquellos a los que decidáis darles vuestra compañía y vuestra amistad. Un abrazo, y sigo debiendo una a Maullido y otra a Ripser (se me acumulan las deudas)

Ripser dijo...

Dios, me encanta


Es taan décadent..

Unknown dijo...

Sepas que esta entrada que no comenté cuando leí esta guardada en un rincón especial material e inmaterial de mi.
Es decir,
me encanta,
magnifique.