martes, 28 de septiembre de 2010

Venganza

Hoy, me levanté, y decidí eliminar el sol. Fue una revelación magnífica, salida de algún sueño incoherente en que todo el cielo era azul, celeste, cálido pero a la vez fresco, a la luz veraniega difuminada. Bajo él, la fresca brisa de la mañana acariciaba todos nuestros corazones, y nuestros rostros eran azules y nuestra vida era azul y todo nuestro ser se difundía en una plácida vista.

Ya en la calle, alcé la vista para desafiarle, y quedé cegado por el Astro Rey, y por la luz de la Razón que me dijo que esto era imposible, pero ahora, en la oscuridad de mi cueva, mi alma se resiente, rencorosa, contra tal afirmación.

2 comentarios:

Cristina Domínguez dijo...

Desde luego, mira que decirle que no puede eliminar el Sol...

Unknown dijo...

Es que, por que dejemos de ver el sol no deja de estar ahí...



Por cierto, hay una carta para ti : )

Besos,
Rocío.