martes, 25 de mayo de 2010

La jodida metempsicosis del hombre laico moderno

"Hijo mío, atrás quedaron los días en que te la meneabas a escondidas, te metías con el hijo del vecino y utilizabas el llanto para doblegar a tu madre mientras hacías lo que te daba la gana a sus espaldas. Cómo pasa el tiempo, eh... Ya eres mayor hijo y, ahora, toca aprender nuevas formas de extorsión.

He estado toda mi vida educándote y preparándote para este momento. Hijo, que no te asusten las palabras de tu madre sobre la muerte o la existencia. ¡Esa vieja harpía, siempre envenenando y saboteando todos mis esfuerzos por hacer de ti un hombre de provecho! Verás hijo, no debes tenerle miedo a la muerte, en realidad, la muerte sólo es una etapa más en nuestra vida, es la transición entre el mundo del ayer y el mundo del mañana ¿sabes? Para que lo entiendas, la muerte es como despertarse de un sueño muy largo. Cuando te despiertes, comenzarás una nueva vida. Es bien sencillo, si trabajas duro y te esfuerzas, tu nueva vida será la mejor que puedas imaginar. Cada uno obtiene lo que se merece. Por eso tienes que luchar, tienes que dejarte la piel ahí fuera, tienes que ser un tiburón, porque ahí fuera vale todo. Existen los débiles y también los flojos, y esos nunca verán su culito sentado en los sillones de las altas esferas, pero tú sí hijo. Cada uno obtiene lo que se merece. También hay quienes, como tu madre, son escépticos y se niegan a ver esta realidad. Que su palabrería no te engañe, cada uno obtiene lo que se merece. No tengas reparo con los que tengan menos. Todos somos libres y tenemos los mismos recursos, las mismas posibilidades. Si ellos no quieren esforzarse, desaprovechan sus vidas y hacen el mal, allá ellos... Cada uno obtiene lo que se merece. Hijo, sobre todo, mantente alejado de la gente maliciosa que boicotea el sistema. Ya se arrepentirán, tarde o temprano; la pereza y la desidia les pasará factura y llevarán una vida de miseria. Estarán condenados a ser inferiores.

Hijo, no quiero para ti un destino tan cutre como el mío. Tienes que ser alguien importante y poderoso, a toda costa. Ya sabes, la vida es una competición y tú tienes que ser el mejor. Y quien sabe, si trabajas duro y alcanzas el éxito, quizás te reencarnes en uno de esos peces gordos. Quizás cuando te despiertes del sueño estés podrido de dinero y tengas una de esas casas enormes en medio de la montaña, como los famosos; una jauría de tristones abogados que te limpien el culo y te encubran mientras te metes con tus compañeros de negocios y una mujer que te lloriquee y se disculpe por no pasar suficiente tiempo contigo, mientras a sus espaldas tus jóvenes amiguitas te la comen. Mira que llegan a ser putas.

Y ahora tengo que irme a trabajar, los bancos no se dirigen solos, ¿sabes?"



6 comentarios:

Manuel dijo...

Muy genial tío, máximo exponente de lo que últimamente he tenido el placer de oírte

rafarrojas dijo...

... ah, cómo, pero es que la vida no es así de jodidamente calvinista?
lo que no me cuadra es que el padre dice "destino cutre el mío" y "dirijo un banco" cuando se supone que eso es el ideal del burgués triunfador capitalista megaguay orientado al negocio sacacuartos

Layne dijo...

El banquero está triste.

Se siente banquero segundón y no quiere un futuro así para su hijo.
Apiadémonos de él...

rafarrojas dijo...

el banquero está triste
que tendrá el banquero
los suspiros se escapan de su boca de cajero
que ha perdido la divisa que ha perdido el color verde

Unknown dijo...

Muy bueno Pablo, me gusta y que por cierto este es el primer mensaje que os dejo por aqui, espero poder continuar leyendoos de seguido.
Besos,
Rocío.

Esquizombi dijo...

How brutal xD