martes, 20 de julio de 2010

Más felices

Habríamos sido más felices si quizá, en algún momento de nuestra tortuosa relación, yo te hubiera confesado lo único que quería de tí.

Creo que supe desde el primer momento en el que te vi que ya te tenía reservada esta suerte de desgracias en que se ha ido convirtiendo nuestra relación. Tú me mirabas y yo veía en esos ojos amor, y por dentro yo pensaba qué diablos, voy a dárselo todo, voy a hacerlo posible. Pero no podía y sencillamente estaba mirando a otro lado, esperando que tus vanas esperanzas se disolvieran pronto. También puede que lo supiera en aquel momento en el que me abrazaste, hasta arriba de cariño, y rompiste el hielo después de la tormenta. Sí, puede que fuera ahí cuando todo se arruinó. A veces me pregunto cómo pudiste no saberlo, si todo estaba ahí ya desde el principio.

Estoy seguro de que había un momento, o un lugar, entre las lilas y las rosas, para decirte la única y aplastante verdad.

Pero no lo hice, y aún me sabe mal abrir la nevera para encontrarme contigo.

3 comentarios:

_Greed_ dijo...

Y con esto, El Cadalso vuelve a a la sucesión de entradas viscerales, con esta breve historia de nuestro amigo el caníbal, o el granjero, o el extraterrestre, o el psicópata, o...

En fin, lo dejo a vuestra imaginación :D

Ripser dijo...

xD Sabes que detesto esa catalogación.

El relato sobresaliente :)

Esquizombi dijo...

Ese "ti" tildado me ha hecho estremecer de los pies a la cabeza, pero le echaré las culpas a las vuvuzelas y nuestras almas seguirán puras en este espacio ficticio e inmaculado.

Por lo demás, la exaltación de lo criminalístico siempre gusta, señor, tiene ud. a su público carnicero contento, jajaja. Los Cohen le darían su bendición, presumo.