domingo, 9 de octubre de 2011

La máquina de matar se deslizó suavemente entre las cortinas. Inocente, la pobre Clara no podía imaginar qué se hallaba bajo la piel de su gato acanelado.

1 comentario:

rafarrojas dijo...

un montón de vísceras y cuatro instintos: dormir, comer, dormir y follar (ese era Garfield)