Empatizaba el escritor con su protagonista, empatizaba empatizaba. Empatizaba tanto que eran dos y eran uno, pero uno vivía una ficticia y el otro no. Por supuesto la vida del protagonista era muy rica en detalles, porque el escritor tenía que lograr transmitir esa empatía hacia sus lectores.
La del escritor, en cambio, era una vida gris, sin matices.
1 comentario:
Y el escritor escribía sobre un tal Blanes..
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