martes, 9 de agosto de 2011

Cuestión de un par de años

Él era un tipo sutil. Durante varios años había estado trabajando, en secreto, por la noche (ni siquiera lo sabía su esposa) en la elaboración del más perfecto de los venenos. O mejor dicho, de los sueros. Y estaba, ahora, totalmente seguro. La elaboración del potente suero de la verdad le había llevado en realidad poco tiempo, en comparación con los quebraderos de cabeza que habían costado vidas de alquimistas.

Contempló la ciudad, apacible en una noche de cielo anaranjado como aquella. El frasquito en las manos. El secreto de la verdad había sido desentrañado. Y esto era profundamente decepcionante. ¿Ya está? ¿Simplemente un par de años habían bastado?

Pero lo que más preocupaba y atormentaba al fabuloso químico no era la sencillez del problema en sí.

¿Qué diablos iba a hacer ahora con él?

1 comentario:

_Greed_ dijo...

Sin duda, aunque la idea me sigue pareciendo buena, la estilística con la que la he plasmado es penosa, y no le llega ni siquiera a los talones a A.C. Clarke, y su famosa "2001, una odisea espacial", de la cual cito al respecto (antes de que lo haga rafarrojas)

"Ahora él era el amo del mundo, y no sabía muy bien qué hacer. Mas ya pensaría en algo"