martes, 2 de noviembre de 2010

De paseo por las calles de esta ciudad, os comprendí, feministas. Me encontré con una tienda que decía "Regalos para Hombres". Diablos, me sentí totalmente ultrajado. ¿Qué clase de insulto era ese? Las generalizaciones, efectivamente, siempre duelen. Es decir, que si no me gustaban la mayoría de regalos de allí, ¿no era hombre? ¿y si a una mujer le gustaba algo de allí era más hombre que yo o qué? ¿por ser hombre me tenían que gustar esas cosas?

Eso me abrió los ojos, a la fuerza, de forma repentina y violenta, sobre un sinfín de situaciones terribles en las que transijo para con los demás, relacionadas con este tipo de generalizaciones, y francamente eso es un tema que daría mucho que hablar, pero me temo que no haría más que fomentar mi ego.

Relativizando el asunto hasta la nimiedad, ¿cómo si no iban a llamar a la tienda, "Regalos para Borregos Consumistas Que Necesitan Reafirmar Su Virilidad"? Es cierto, que lo llamen así si quieren. Tendré que considerarme otra cosa, haré que declaren un nuevo género.

5 comentarios:

Cristina Domínguez dijo...

¡Pues como esas cosas hay miiiles! Y sí, es horrible.

rafarrojas dijo...

entré en la tienda y había una mujer

rafarrojas dijo...

el tema del género me trae frito.
Con facilidad pasmosa una revolución se transforma en un baño de sangre y las reivindicaciones justas y necesarias dan paso a los putos comisarios políticos de mierda, a los idiotas/idiotos demagógicos y a Bibiana Aido.
Yo estoy absolutamente a favor de la igualdad. Y absolutamente en contra del Ministerio y de las mil y una polladas y coñazos, ambas a dos, del mainstream actual (Ministerio ya muerto, gracias a Dios y Diosa)

Ripser dijo...

No sé dónde acaba la sátira y empiezan los sentimientos de Greed xD

Unknown dijo...

Yo no me considero hombre ni mujer, no se si me considero siquiera humana. Más bien persona como se suele decir.