miércoles, 19 de enero de 2011

La serpiente

Los hombres han olvidado la verdadera forma de las cosas. Círculo, rectángulo, prisma, tetraedro, todas esas cosas no existen en nuestro mundo. Yo he visto que las cosas carecen de forma, yo he visto más allá que las ratas. Ellas sólo se ajustan a las ciudades, han aprendido a reptar en otra jungla distinta de la mía, pero yo aún busco la tierra bajo la dura piedra de las ciudades. Allí, protegida de las pisadas, dejo a mis pequeños. Cuando salgo la luz del día ciega mis ojos, sufro en silencio para que no me encuentre el jardinero. Mi piel selvácea destaca entre los grises tonos de la ciudad, pero yo sé que las rectas que definen a los hombres tienen pliegues, que ningún terreno es plano, y nada, nunca, está poco inclinado.

Lo único que se parece, y cuya verdad compartimos, al final del pasillo de la vida, es la línea eterna del horizonte...

3 comentarios:

Cörvus dijo...

Genial Greed, genial.


Yo siempre que miro al horizonte quiero salir volando...aún no sé por qué...

besos :D

Layne dijo...

la serpiente no teme, porque sus ojos son incompatibles con el horizonte

Ripser dijo...

O bien en su primitiva forma vive en el horror más asfixiante, ya que en el pequeño mundo en el que se mueve se topa con cientos de falsos horizontes que nosotros saltaríamos de un paso