"Si estás dispuesto a comprobarlo, sígueme" - Me dijo
"¿Crees que no puedo seguir tu ritmo?" Dije con un nudo en la garganta
Con pasos cortos, fuimos avanzando en el bosque de rayas blancas sobre el negro asfalto. El terrible monstruo metálico se acercaba mucho más rápido de lo que imaginábamos, pero nosotros estábamos por encima de aquellos peligros.
Agarré al elefante de la trompa, él sólo se peinó una vez más y entonces arrancó a correr. Ya casi estaba, estaba a punto de llegar. El coche pasó por detrás, y el elefante y yo, el dálmata, suspiramos aliviados.
Sólo quedaban 2.399.999 semáforos para lograr llegar a la jungla cuya existencia él me había prometido.
3 comentarios:
Me gusta, me gusta xD Me ha recordado un poco a Madagascar.
En mi humilde y renegrida opinión esta es la mejor entrada que has publicado ever :)
Conste que sabía que le gustaría a Óscar :D
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