Allí estaba ella, recostada en su lugar. Nunca supe, ni sabré, cuanto tiempo estuvo allí, esperando. Pero ella me esperaba, ella era una de las caras de esta misteriosa ciudad. Parecía un León, y al mismo tiempo también parecía una mujer vieja, adulta, cansada. ¿Qué era en realidad?
Entonces lo comprendí: Mi Frau Eva.
2 comentarios:
Eva María se fue buscando el sol en la playa...
Solo vemos en los demás lo que está en nosotros mismos, no puede ser de otra manera.
¿ O sí ?
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