miércoles, 27 de octubre de 2010

Eva

Allí estaba ella, recostada en su lugar. Nunca supe, ni sabré, cuanto tiempo estuvo allí, esperando. Pero ella me esperaba, ella era una de las caras de esta misteriosa ciudad. Parecía un León, y al mismo tiempo también parecía una mujer vieja, adulta, cansada. ¿Qué era en realidad?

Entonces lo comprendí: Mi Frau Eva.

2 comentarios:

Cristina Domínguez dijo...

Eva María se fue buscando el sol en la playa...

Unknown dijo...

Solo vemos en los demás lo que está en nosotros mismos, no puede ser de otra manera.

¿ O sí ?