domingo, 22 de enero de 2012

Desprecio y advertencia

Antes de partir, ella (la serpiente) me dijo:

"Muchos animales habitan la gran ciudad de los huecos grises, pero pocos son tan peligrosos como el Lobo. A los humanos tú ya no debes temer, ni tampoco a sus domesticados Leones, pero del Perro, de ese, cuídate, porque si lo ves estarás completamente perdido, y ya no habrá para tí salvación posible."

"No soporto a los perros, en general, porque ellos muestran una actitud servil, siempre dependiente de los humanos. No pueden hacer nada sin ellos e incluso llegan a morirse de la pena por ellos. ¡Morirse de la pena! ¿Habrá algo más nimio que la pena?"

¿La tristeza, la melancolía, que yo llevaba a mis espaldas como mi gran carga, era en el fondo una cosa cotidiana y nimia por la que no merecía la pena morirse? No dije nada, pues yo mismo no tenía respuesta a esa pregunta y no quería ofender a mi amiga.

"Son los perros quienes controlan esta ciudad de humanos. Ellos pueden influir sobre los humanos hasta el punto de movilizar a masas enteras para salvar a un indefenso perro. Ya no tienen nada de naturaleza, todo en ellos es artificial y está enmascarado. Ladran y pelean contra cualquier otro animal, solo están contentos con la presencia de humanos. Todo está calculado y pensado para gustar a sus amos, y así nacen, viven y mueren en una servidumbre constante. Quizá un tiempo fuesen listos, pero ahora son profundamente idiotas y sólo piensan en recibir caricias y adulaciones de sus amos. Si te descubren, te delatarán; comenzarán a ladrar y meterán el rabo entre las piernas, te enseñarán los dientes y no querrán que te acerques lo más mínimo. Llamarán a sus amos y no podrás entrar en ninguna casa, si no eres bien recibido por el perro."


"Disculpa" la interrumpí "¿No viven y son desnaturalizados también, los caballos, las vacas y algunos pájaros con los humanos? ¿No hay hermanas tuyas en las casas?"

"Ahí está la diferencia... Ellas están encerradas, los perros no, pues los aman, y aunque la puerta de sus jaulas estuviese abierta, ellos sólo irían a aquellos lugares donde hubiera más humanos."


3 comentarios:

_Greed_ dijo...

Tengo que aclarar que no es que sienta yo (el que ha escrito este texto) antipatía por los perros, ni mucho menos. Es la serpiente quien habla, despechada por el afecto de los humanos hacia los perros.

Esto por si acaso, entre la increíble cantidad de amantes de perros, alguno llega a este blog y se dedica a crucificarme por lo que está escrito. Nunca se está a salvo de los hoygan...

Daniel Vila dijo...

Qué inteligente la serpiente.

Glavcoma dijo...

Buena fábula.