lunes, 20 de junio de 2011

Remake

[Esto es un fanfic, debo todo el mérito de esta entrada a querer alabar a Isa, y por tanto, si de verdad queréis entenderla, tenéis que leer primero este post GENIAL que está aquí .]

 La sociedad de los caracoles

Como toda sociedad, la de los caracoles es compleja y llevaría mucho tiempo estudiarla. No es objeto de este estudio frivolizar sobre términos genéricos, más en concreto, hablaremos de algo que concierne directamente a los humanos; se ve que a alguien se le ocurrió que ponerse baba de caracol era bueno.

¿Pero qué piensan los pobres caracoles de todo esto? Bueno, su mayor dirigente político, "Espiral Áurea", dice que todo está bien mientras le mantengan en el parterre del cortijo de Torremelgarejo, que es muy natural y no usa pesticidas. No dio, eso sí, ninguna indicación o aprobación a sus camaradas tan sacrificados, viviendo en absurdos cristales.

Como vimos que el señor "Espiral Áurea" no iba a reportarnos un estudio detallado de los sentimientos de sus compatriotas, fuimos directamente al terreno a hacer un estudio de investigación. Después de horas de búsqueda al raso, estudiando recubierto de hojas apetitosas de lechuga, pude entablar contacto con un caracol.

"Cuenta la historia que un caracol se enamoró de una señora cuyo rostro parecía una lechuga. Se iba por las noches a ver si podía comérsela, pero después de mucho tiempo concluyó que lo único que podía hacer era babearla." (Un caracol con un grado en filología)

"Al fin y al cabo, era mejor que mi marido en la cama. ¿Lo de las babas? Lo dicho, mejor que mi marido en la cama" (La señora cara de lechuga)

Quisimos saber, también, qué había sido de este intrépido caracol, pero creemos que eso no ayudará a nuestro estudio.

Las familias de caracoles sufren una auténtica catarsis; si antes tenían problemas para decidir quién era la mamá y quién era el papá, quien tenía que ir a poner los huevos y quien tenía que hacer el pánfilo tomando lechugas, ahora ya la escisión de la familia es cada vez más patente, está claro que un buen hijo de caracol macetero no puede ser babeador profesional, pero claro, distinto pasa con los caracoles más "lechuguinos", quienes incluso compiten en el mismo campo, a fin de que un humano les de por fin el visto bueno.

Las madres, además, en sus momentos de máxima preocupación (cuando tienen la regla caracolil), enfatizan en el dolor que supone que un humano se lleve a su hijo y éste ya nunca vuelva, que ya no saben si es que van a ir a una buena cazuela o si es que están babeando para alguna señora.  Nos pidieron que roguemos a los jóvenes caracoles que escriban, sin manchar mucho el papel, para que estas puedan saber de ellos.

Pero también hemos querido ir a ver a esos héroes caracoleros, y así, hemos hablado con el Jefe de Producción de Baba en el Estado de BigSnail, el caracol de origen árabe Al Sol, Cuernos:

"No todo caracol es un buen trabajador. En esta empresa sólo trabajamos con los mejores. Hemos tenido algún que otro problema con algún holgazán que dejaba de babear, pero los mayores problemas consisten en la detección de líquidos; realmente, una vez que se mezclan, no sabemos si lo que nos están dando es baba o es otra cosa, ya me entienden... "

3 comentarios:

_Greed_ dijo...

Tenía la idea en borradores de hace mucho tiempo, pero el agobio de exámenes, la cercanía del verano, y sobretodo, la vuelta al mundo bloggero de Óscar me impulsaron a terminarla y publicarla :D

http://delosrivers.blogspot.com/2011/06/la-saga-del-pentaculo-i.html

Eli Lie dijo...

La entrada es genial, genial. :)

rafarrojas dijo...

te leo como los caracoles, disfrutando cada centæimetro de lo escrito. Eso te convierte en lechuga.
Igualico q Isa, hermosa hoja verde brillante.