Pero tú pareces no sentir, amigo solitario, cazador de las estepas.
Siempre lo pareces, envuelto en tus pieles, pareces exactamente lo que eres; un lobo.
Pero hay algo diferente siempre que vuelvo a verte. ¿No es acaso tu mirada? Aunque tienes esa cicatriz que yo mismo te hice, siempre tienes una mirada diferente. ¡Me preocupas! ¿Cuántas luchas llevas ya contra tí mismo?
Y el lobo me respondió:
"Mira mis dientes. Mira mi sombra, mordida por ellos. No conozco otra forma de cambio"
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