lunes, 4 de octubre de 2010

Tep Ile

―Toda la vida en soledad, inmersa en las frías paredes rocosas de este castillo marginal. No concibo existencia semejante.
―Nació del mismo vientre que Leu, y todo cuanto una lleva tras las costillas la otra lleva tras la frente. Pone a prueba a sus amantes con tanto rigor e inclemencia que quedan destrozados antes de poder llegar a amarlos.
―Y en lugar de polvorientos álbumes de retratos románticos, cuenta en su hogar con la mayor colección de corazones marchitos jamás vista en las Llanuras Epiplónicas. En lo más profundo de su ser, creo que, hastiada, es consciente de que no logrará borrar el vacío de su pecho llenando de vísceras las habitaciones de su fortaleza.

3 comentarios:

Unknown dijo...

. . .


Ni se me ocurre que comentar.

Cristina Domínguez dijo...

o_o
Genial.

_Greed_ dijo...

Este fragmento me encanta, tío